En este 2022, estamos en vísperas de una gran oportunidad. China se ha convertido ya en el primer socio comercial de México en la región de Asia-Pacífico, el segundo socio comercial más grande del mundo y nuestro tercer mercado de exportación más grande. Aunque México y China, a primera vista, son muy diferentes, en el fondo comparten valores e historia de casi 500 años desde los días del comercio del Galeón de Manila. Nuestra relación se ha construido con trabajo arduo y una visión compartida de cómo podemos colaborar para ampliar nuestra asociación.
La Ruta Comercial del Siglo XVI que Llevó a China a México.
Era el año de 1635 y los barberos de la Ciudad de México se movilizaron para protestar. Al enfrentarse a una amenaza para sus medios de subsistencia, lo que consideraron competencia desleal de sus homólogos chinos, pidieron a las autoridades de la ciudad que intervinieran. El consejo municipal estuvo de acuerdo, dictaminando que las barberías chinas se limitaran a solo una docena, confinadas a las afueras de la ciudad. No sirvió de mucho: tres décadas después, había más de 100 barberías chinas operando dentro de la Ciudad de México.
La presencia china en América Latina suele retratarse como un fenómeno relativamente reciente. Sin embargo, la Ciudad de México ya tenía un barrio chino desde el siglo VXII, gracias al galeón de Manila, una ruta comercial transpacífica desde Manila a Acapulco que moldearía profundamente las Américas en el transcurso de dos siglos.
Los marineros habían estado haciendo el viaje hacia el oeste desde las Américas hasta Asia durante años, utilizando vientos y corrientes favorables hacia el oeste para guiarlos. Pero no fue hasta 1565 cuando el fraile y navegante Andrés de Urdaneta —solicitado expresamente por el rey Felipe II de España para unirse a una expedición dirigida por Miguel López de Legazpi a Filipinas— logró por primera vez navegar de regreso a la Nueva España. El significado de este tornaviaje, o viaje de regreso, se entendió bien en ese momento. Una carta contemporánea de esos años señaló que “Los mexicanos están muy orgullosos de su descubrimiento, lo que les da a creer que serán el nuevo centro del mundo”.
Podría decirse que estaban en lo cierto. La ruta entre China e Hispanoamérica se convirtió en un eje de la primer red comercial verdaderamente global del mundo, ya que algunos productos asiáticos pasaban por México en su camino a Europa, mientras que otros se vendían a clientes ansiosos en el Nuevo Mundo.
De hecho, decenas de miles de asiáticos, en su mayoría chinos y filipinos, comenzaron a establecerse en lo que entonces se llamaba La Nueva España. Las ocupaciones de estos primeros inmigrantes asiáticos incluían barberos, vendedores, bailarines, escribanos, sastres, zapateros, y plateros. El poeta contemporáneo Bernardo de Balbuena describió a México como “lo mejor de todo el mundo, la flor y nata de lo que se sabe y se produce, aquí abunda, se vende y es barato”. Entre los tesoros que Balbuena enumeró estaban especias del sudeste asiático, marfil, diamantes, porcelana china, telas indias, rubíes, esmeraldas de la India y Sri Lanka.
El comercio de China influyó profundamente en los gustos más allá de las pocas familias ricas que podían comprar seda china, muebles, tallas de marfil y otros artículos de lujo. Los artículos terminados en Asia, como ropa, ropa de cama y alfombras, eran los bienes de consumo del mercado masivo de la época, que los habitantes de las ciudades esperaban y las poblaciones rurales deseaban. El famoso y aun inmensamente popular mantón de Manila de seda, un elemento básico de la moda española, tiene su origen en Guangdong; su nombre refleja su ruta.
Presagiando la «fabricación de diseño original», los fabricantes chinos desarrollaron nuevos productos para el mercado americano. Los fabricantes chinos en Jingdezhen rediseñaron en porcelana local jícaras y mancerinas, en las que se bebía el chocolate y las monturas de plata que las sostenían, para venderlas en los mercados americanos y europeo. Mientras tanto, la principal industria de cerámica doméstica de nuestro país, que es la Poblana, emula hasta nuestros días, el color azul y blanco chino, así como su forma.
China y México, una Relación que se Fortalece en Nuestros Días.
En 2021, el intercambio total entre China y México representó alrededor de $100 mil millones en un año de pandemia mundial. En 2020, mientras que las importaciones de México desde China disminuyeron alrededor del 9 por ciento, las exportaciones aumentaron alrededor del 12 por ciento. Las exportaciones de alimentos mexicanos a China se triplicaron, lo que ha colocado a México en una posición en la que podemos ver a China como un mercado atractivo para nuestros productos frescos, de alta calidad e incluso para nuestros productos más sofisticados.
El número de empresas chinas que operan en México ha crecido más del 60 por ciento en los últimos 10 años, incluyendo áreas estratégicas como comunicaciones, ferrocarriles, infraestructura, y el sector energético.
Desde 2013, las relaciones entre China y México se han elevado al nivel de una «asociación estratégica integral» y ahora contamos con mecanismos gubernamentales y privados efectivos en las áreas comercial, económica, regulatoria, científica y cultural. Esto se ha traducido en un aumento significativo de proyectos, inversión y negocios.
Con el nuevo TLC de Norteamérica (T-MEC), abrió la posibilidad de incrementar la proporción del valor agregado regional requerido para acceder al mercado norteamericano con tarifas preferenciales. Este ha sido un gran imán para la reasignación de fabricantes chinos de automoción, electrónica y metalmecánica en México, esforzándose decididamente por mantener su participación en la cadena de suministro y en el mercado norteamericano. En promedio, se tienen datos de empresas chinas están en constante búsqueda para encontrar fuentes confiables de inteligencia de en nuestro país para respaldar su toma de decisiones corporativas.
China reconoce que México tiene muchas ventajas para convertirse en un buen socio en esta evolución. Nuestro país ha creado una economía industrializada fuerte, una masa crítica significativa de talento y una buena red de socios comerciales en el mercado abierto global.
Con esto en mente, la China Chamber México, establecida en 2008, ha estado trabajando durante 14 años. Su misión y visión es ser el vehículo y canal para que los empresarios acorten sus procesos de contacto, toma de decisiones, y protejan las operaciones de comercio e inversión en el ámbito binacional. Por ello, cuentan con servicios dedicados como verificaciones en origen, asesoría legal, y en el ámbito comercial estudios de mercado, perfiles, etc. Se ha creado el Centro de Resolución de Controversias México-China, el cual cuenta con dos instancias: una para la prevención de controversias y otra dedicada a la solución de controversias principalmente a través de la mediación, con énfasis en la resolución expedita de incidentes de baja cuantía.
Cabe mencionar, que el pasado 24 al 27 de enero de este año se organizó con éxito el “Foro México – China 2022: Recuperación en Acción” en colaboración con el Senado de la República Mexicana. Gracias a la participación de invitados importantes de las más altas esferas del gobierno mexicano, como el Embajador de China en México Zhu Qingqiao, el Embajador de México en China José Luis Bernal y la Subsecretaria de Relaciones Exteriores Martha Delgado Peralta, acompañados de líderes empresariales y gubernamentales de ambos países, se construyó un Foro de gran impacto en las relaciones México-China.
Una Relación con Grandes Retos y Oportunidades.
A pesar de las múltiples presiones fuertes de opositores influyentes en el ámbito empresarial y político, China debe ser considerada un socio muy importante y un factor clave para fortalecer el desarrollo sostenido de México. La recuperación del crecimiento de México debe basarse en un modelo económico revisado, abierto a nuevas energías, nuevas tecnologías y un nuevo rol que desempeñar en los mercados globales. México está listo para dar un gran salto adelante. Podríamos comenzar abriendo nuestras mentes para abarcar todas las posibilidades y dar forma a nuestros nuevos retos con las empresas Chinas, pensando en la próxima normalidad y más allá.
Nota:
El contenido de este artículo está destinado a proporcionar una guía general sobre el tema. El consejo de especialistas como 360 Trading, deben ser consultados de acuerdo a sus circunstancias específicas.
Fuentes:
BANCOMEXT – http://revistas.bancomext.gob.mx
CHINA CAMBER MÉXICO – https://chinachambermexico.org
EMBAJADA CHINA EN MÉXICO – http://mx.china-embassy.org
CEPAL – https://www.cepal.org
MÉXICO INDUSTRY – https://mexicoindustry.com
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